lunes, 19 de abril de 2010

El encuentro deseado...























Durante mucho tiempo mi alma dormía
al abrigo de la noche tranquila.

Soñaba con una gran boda mística
donde la novia no aparecía.

Bebía en mi pena de la copa del olvido
que Morfeo ofrecióme de la fuente
de los sueños, con consuelo y cariño.

Una noche de verano corta y propicia
elevóse mi alma al encuentro de la Amada,
alli me esperaba con espiritu sosegado,
el tiempo detuvióse en este lugar sagrado.

La ceremonia aletargada, despertóse,
con el sonido de un dulce canto.

Ahí viene la novia tan bella y lozana,
allá le espera el novio con una sonrisa en su cara.

Amado y amada se desposaron y juraron
amor Eterno cuyo testigos fueron la
tierra, el mar y el cielo.

No más noche sola, no más lecho frío,
no más tristeza, no más vacio.

Ahora hay una llama que nunca se apaga
ni de noche ni de dia, dentro de mi alma.

3 comentarios:

  1. hermosos versos, un saludo.

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  2. Que ese Lugar Sagrado donde el Tiempo se detuvo os colme de Bendiciones a Tí a tu Amada y a Toda Vuestra Descendencia.
    Besos.
    Julio

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